Por Daniel Zazove y Ramón Campos. Abril 2023.

Artista universal, o simplemente ilustrador como gustaba denominarse a sí mismo, Norman Rockwell (1894-1978) es un tesoro nacional cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de la edad de la inocencia en Estados Unidos. Sus pinturas nos recuerdan la nostalgia de una época más sencilla y feliz. Sus dibujos trascienden las meras situaciones para ir más allá y narrarnos toda una historia; una historia desbordante de humanidad y encanto, envuelta en el exquisito sello distintivo de Rockwell. Con pasión y maestría son retratadas impresiones humanas por un artista que amaba sus temas. Norman Rockwell siempre tsupo mantenerse en contacto con los sentimientos y corazones del pueblo estadounidense. El suyo era un espíritu libre, así que nunca firmó un largo contrato que pudiera comprometerle para así mantener su creatividad sin corsés. Desde su caballete, mostró interés por la libertad y los derechos civiles. Sincero y honesto, quería contar historias americanas ideales, y nadie lo ha hecho mejor, sabiendo al mismo tiempo que estaba pintando una idílica América que tal vez no existía. Más bien pintó una América como él quería que fuera; una América mejor y más justa.

Daniel Parker, hijo de Kenneth, de poco más de dos años entonces, aparece en la portada de Navidad de 1927 para The Saturday Evening Post, ilustrada por Norman Rodwell.
Mildred Gapen Parker, esposa de Kenneth, era consultora de arte y mantenía conexiones con muchos artistas conocidos. Varios de ellos recibieron encargos de la Parker Pen Co. Dentro de estas colaboraciones encontramos a Norman Rockwell contratado para ilustrar «Short Stories of the Duofold» de George Parker, un librito para escaparate, único en su tipo y diseñado para uso en todas las estaciones y eventos comerciales tales como graduación, apertura de colegios, vacaciones, cumpleaños, etc. Esto fue posible haciéndolo en forma de librito de 16 páginas en lugar de un simple poster de ventana para caballete. Las pinturas de Rockwell fueron litografiadas en diez colores. Los dibujos de las diferentes páginas eran temas motivos en los anuncios publicitarios mensuales, de enero a junio, publicados en el Saturday Evening Post. Los distribuidores solo tenían que mostrar la página correspondiente al anuncio actual. Estos dibujos humildes y sin firmar han pasado hasta ahora desconocidos para los admiradores de la obra de Norman Rockwell.
Más tarde, Norman Rockwell recibió encargo para participar en las campañas publicitarias navideñas de Parker en 1928 y 1929. El anuncio de 1928 apareció espectacularmente en las dos páginas centrales del Saturday Evening Post. Es un dibujo interesante donde Rockwell trabaja exento de lazos comerciales por lo que, sin siquiera representar una estilográfica que es el objeto anunciado, nos muestra el rostro de una persona recordándonos que siempre hay un ser humano detrás del soñado Santa Claus.



En el verano de 1929, el propio Norman sería objeto de la publicidad de Parker dirigida a sus distribuidores y fuerza de ventas.
En el mismo año, Santa nuevamente, ahora una especialidad de Rockwell, sería la razón de la campaña publicitaria navideña de Parker de 1929. La obra de Rockwell presenta a un Papá Noel entrañable, bondadoso y sonriente tomando nota de los regalos de los buenos niños escribiendo con el recientemente presentado Duofold Moderne Black and Pearl. El anuncio mostraba gran parte de la colección de juegos de escritorio Parker, liderados por el modelo Imperial. Las pinturas originales de Rockwell colgaban en el vestíbulo del antiguo edificio de oficinas Parker.


Como de costumbre, los programas de publicidad de Parker incluían posters y anuncios similares a los publicados en las revistas para ser mostrados en las vitrinas y expositores de sus distribuidores.


Más tarde, Boris Artzybasheff dibujó con su maestría habitual la mano de Norman Rockwell escribiendo con una Parker «51» para la campaña publicitaria de 1947.

Pasaron décadas hasta que los caminos de Parker y Rockwell se volvieran a encontrar. Sería en 1959. Esta vez para una campaña publicitaria sobre la Parker «61». El contrato con Rockwell era para tres ilustraciones por los cuales Parker le pagó un total de 12.000 dólares.




Tenemos la suerte de que Rockwell plasmó el comienzo de este anuncio en su diario del 5 de junio de 1959: «Ataque de culpa por descuidar mi trabajo. Entonces, conduzco hasta Pittsfield High School para seleccionar modelos para un anuncio de Parker. La decana de niñas, la señorita Rosemary Cummings, me mostró los alrededores y elegí a siete chicas. Solo necesito tres, pero es difícil saber cuáles serán las adecuadas para la imagen hasta que configuro la pose. Mañana tomaré las fotografías…» [traducido]
Tom Rockwell, que tomó las notas de esta sesión, describió cómo su padre creó este anuncio Parker en 1959 más o menos como una broma. En el proceso, grabó algo importante sobre la forma en que nacieron los anuncios de Rockwell; Rockwell preparó las poses como un director de escena. Luego, como un actor, transmitía su propio entusiasmo. Estaba creando el momento que quería capturar. Aquí, así como en el boceto o la pintura, Norman Rockwell fue un gran artista. Imágenes para el anuncio de la estilográfica Parker. Tres chicas universitarias de pie juntas, exaltadas y alegres con la nueva estilográfica Parker regalada a una de ellas por su padre. Conmoción. Pop arreglando sus cabezas, hombros, manos, envoltura de la pluma, tarjeta del padre, instando a los modelos a seguir. ¡Pop!: «Estás emocionada. Levanta las cejas. Hacia arriba. Hacia arriba. ¡Oh chicas, mirad lo que tengo! ¡Papá me envió una hermosa, hermosa estilográfica Parker 61! Estas notas describen al artista trabajando en una de sus principales áreas de ilustración: la publicidad.

