La Primera Estilográfica de Geo. S. Parker.
Para complementar sus ingresos, George Parker, obtuvo permiso de Richard Valentine para vender plumas estilográficas a los estudiantes, para lo cual lo cual adquirió unas John Holland. Estas plumas debían ser reparadas pronto tras su venta porque la delgada varilla del alimentador sobre el plumin, se rompía fácilmente, descontrolando el flujo de tinta y provocando derrames.
Geo. S. Parker fabricó a mano su primera pluma en 1888. Contenía una mejora simple: un alimentador con una canaladura tallada a lo largo y dividido en dos en el extremo posterior del alimentador con objeto de permitir que el exceso de tinta drenase hacia el barril, evitando así fugas. Fue entonces cuando decidió comprar pequeñas herramientas para fabricar sus propias estilográficas y, dejando de vender estilográficas de otro fabricante, solo adquirió los barriles y capuchones de H.A. Goodrich Co., quien le cobraba un alto precio que el joven Parker estaba dispuesto a pagar a cambio de que le estamparan «Geo. S. Parker» en cada barril. Así, y usando secciones antiguas de John Holland que habían quedado arruinadas excedentes en las que montaba su propio alimentador, ensamblaba estas plumas estilográficas en su residencia en Milton Avenue, 8, primero, y, en el Myers, después.
“El Sr. Valentine me dio la oportunidad de complementar mi exiguo salario vendiendo plumas estilográficas que adquirí de la John Holland Company de Cincinnati; una estilográfica entonces muy imperfecta por lo demás. Con una mentalidad más o menos analítica, me dispuse a mejorar estas plumas. Para ello, compré una pequeña sierra caladora y otras herramientas necesarias para hacer un alimentador que funcionara mejor que la imperfecta pluma John Holland en ese momento.
En consecuencia, después de reparar la mayoría de las plumas John Holland, se me ocurrió una idea: si tenía que reconstruir las plumas manufacturadas por otros, ¿por qué no hacer mi propia estilográfica Parker? Habiendo decidido afrontar la tarea, por correspondencia adquirí la ebonita necesaria y otro material de una compañía fabricante. Durante mi tiempo libre, después de las horas de enseñanza y de oficina, compré los barriles y capuchones e hice el alimentador yo mismo. Estas plumas funcionaron bien. Luego obtuve una patente para este alimentador y continué vendiendo plumas en la Academia, pero sustituyendo las estilográficas John Holland con las mías.» [traducido].